miércoles, 15 de septiembre de 2010

Besos por celular

A la hora de terminar un mensaje de texto (o algún mail), nos encontramos con una encrucijada que es el cómo terminarlo y según la elección queda demostrado el grado de confianza que nos une a la otra persona. Si recién la conocemos podemos usar los distanciadores:
1. Nos vemos.
2. Saludos.
Pero si nos parece que es demasiado seco, le podemos agregar signos de exclamación lo que le agrega además una cierta alegría: ¡Saludos! Incluso el “¡Nos vemos!” ya parece que viene con ganas de verse pronto. Pero si nos sigue pareciendo seco, quizás estemos listos para dar el siguiente paso que es mandar besos por celular. Y ahí sí, agarrate (?) porque esto es lo que yo imagino que ninguna tiene en cuenta a la hora de escribir. Digo ningunA porque los chabones nos arreglamos con un “abrazo” (aunque después no nos abrazemos). Pero es más que nada característica de ellas el despedirse con besos que nosotros interpretamos así. Basta de nosotros, que nosotros soy solamente yo, Adrián, pero ojalá que los demás también piensen así:
1.Besito: Es una acercada de labios muy cerrados a la cara y dura menos que la nada.
2.Beso: Es el beso más común de todos, el que se da cuando se saluda al entrar a algún lado. Ese que a veces puede rozar una mejilla o perderse en el aire. Pero ojo que si le agregás un “!” ya viene siendo un “Beso!” y ya equivale a…
3.Besote (o Beso grande): Es un beso de labios no tan cerrados y dura bastante. Es dado con fuerza. Por supuesto que esa fuerza aumenta con un “!”.
Claro que también se pueden multiplicar por besitoS, besoS y besoteS y ninguna es conciente que te manda algo que luego es difícil que te de en la realidad porque te puede dar un besote pero no más de uno. Tarde o temprano, te los tendrían que dar o dejar de ser tan sueltas de palabra (?). Hablando de besos, no hay como el de Sarah Michelle Gellar y Selma Blair. Ese hace que aunque sea invierno, no necesites campera.

Las Trémulas Canciones


Hace unos días escuché Lucky de Cabeza de Radio como veinte veces porque era la única canción que tenía en el celular. Cuando iba a laburar, con buen humor porque llegaba con tiempo y porque me había levantado positivo, la canción me parecía alegre, (bueno, tan alegre como puede ser Radiohead): “It's gonna be a glorious day”. Pero a la tarde cuando me volvía, al ver que no había sido el día glorioso que yo quería, sentía que la misma canción que a la mañana era alegre, ahora era triste, pero más que nada, irónica como un: “Ja, iluso, pensabas que de verdad iba a ser un día glorioso”.
Me quedé pensando en lo importante que sería poder cambiarle el significado a las canciones pero según nos convenga, poder convertir en alegría aquella canción que nos lastima, como lo hace Richard Cheese con Creep, y en que importante es no evitar las canciones que hacen mal. Alguien me dijo no hace demasiado “Ponés canciones tristes para sentirte mejor” y yo le dije “Pongo canciones tristes para sentirme peor”. Pero después de hacerle frente a lo que nos hace mal, después de estar sobreexpuesto a la tristeza, llega el momento en que uno se deja de sentirse un habitante de esas canciones lastimosas.
Por suerte, las canciones nos pegan distinto según vamos “acostumbrándonos a vivir” y uno pasa de ser un preadolescente que se reía “de tu tonta canción de amor” a intentar a escribirlas. Eso está bueno, mirar con otros ojos, pero sobretodo escuchar con otros oídos. Así es como esa canción de Gabriel que no me decía nada hace unos cuantos años atrás, hoy simplemente describe mi actualidad. Esta actualidad de no estar en otra canción, como dice una de las que más canté este año, pero al menos no estar en las canciones que hacen mal. No tengo tiempo ahora de eso, quiero estar en otra canción. Alegre. Armoniosa. Donde no sea sólo yo el que canta.
Y ahí si poder decir que no tengo tiempo ahora de eso. Estoy en otra canción.
Se acabó.

Adrián, el que siente que su suerte podría cambiar

lunes, 6 de septiembre de 2010

A sufrir, ser lastimado

Alguien alguna vez me dijo “Vos tenés un House dentro”. Nunca supe si eso era bueno o malo. Quizás no sea ni una cosa ni la otra, simplemente sea y que sea lo que sea (?) pero nunca me sentí tan reflejado como en ese capítulo en el que House le dice a Franka Potente:

"Lamento haberte alejado es lo que hago cuando tengo miedo".

Pero como me dijo otra persona “Lo que siento es lo que soy” y alejarse de los sentimientos es entonces escaparse de uno mismo y de nada sirve escaparse de uno mismo. Además, nadie corre tan rápido como Franka Potente. Justo de ella no te ibas a escapar, Gregory.

Adrián, el que sabe que imponer distancia no disminuye el miedo