- El amor me parecía uno de los temas paradigmáticos para demostrar cómo los valores que sostienen al ser humano se están cayendo a pedazos. Sabemos lo que son las relaciones amorosas hoy en día. Y los que nos comprometemos, los que somos honestos, los que amamos con todo, amamos de manera inconveniente y amamos de una manera anormal. No estoy hablando de un asesino, de un amante con un cuchillo, sino de amar de verdad a una persona, de amarla con todo. Y eso, por naturaleza, te lleva a no amar a otra persona de igual manera. La gente que está acompañada, en general, se compromete poco.
- Eso suena un poco pacato.
- Puede sonar pacato, pero somos muchos los que amamos de esa manera. Y muchas veces, cuando no estamos advertidos de que esto está muy bien, caemos en la sordidez de las relaciones del amor. Así entramos en juegos que terminan haciéndonos daño. Creo que una de las mayores resistencias que puede haber ahora es la resistencia de amar comprometidamente. Por eso me interesó detenerme en el amor. No sé cómo hablar de la política que está tan poco comprometida, porque no soy político partidario, pero si sé hablar del amor. El amor me parece un lugar ideal para hablar de todo lo que escapa a la normalidad. Porque normalidad hay una sola dentro de la cultura: todo lo demás es anormal. Entonces, habiendo una sola normalidad y diversas anormalidades, me quedo con la anormalidad. Porque con esa versión de normalidad no me siento satisfecho; me parece paupérrima, bastarda, mentirosa, sórdida…Y podría seguir adjetivando un minuto más.
Entrevista a Gabo Ferro en Inrockuptibles 2007.
lunes, 14 de junio de 2010
viernes, 4 de junio de 2010
Marlango en Argentina (All we have is this long fall)
A las corridas llego al Centro Cultural Recoleta. No hace una semana desde que me enteré de que tocarían acá. ¡Y gratis! No hubo tiempo para prepararse psicológicamente para algo largamente esperado. ¿Cómo serían en vivo? ¿Cómo reaccionaría el público argentino? ¿Habría muchos fans escondidos? ¿Sabrían las letras?
La banda sale a escena, comienza a tocar y Leonor Watling comienza a cantar sin todavía haber llegado al centro del escenario. Con Too Many Ways (un tema con aires Radiohead en la guitarra y batería) y White Noise (Secret Sound) del disco nuevo Life In The Treehouse, comienzo a obtener algunas respuestas. El público está mudo pero atento. Alejandro Pelayo dice que no van a hablar mucho porque tienen poco tiempo y van a meter muchas canciones “como los Ramones”. Hablan con sus canciones entonces y se suceden Hold Me Tight, I Don’t Really Want To Know y Never Trust Me (jeje) antes de la canción más preciosa y conmovedora del excelente disco nuevo: Let The Sky Fall. Una canción que se te mete adentro y el movimiento, simplemente, fluye. Inevitable suspirar cuando termina el tema.
Después de Nico, Pelayo presenta “al músico argentino más emergente”. Certera afirmación si se piensa en esta suerte de reivindicación merecida que está teniendo por parte de las nuevas generaciones. Ahí está Autobuses con Estelares, Desprender del Sur con Lisandro Aristimuño y Gilda con Onda Vaga. Todos temas editados en 2009. Tiene sentido entonces que sea Fito Paéz el que de la bienvenida a Argentina a este trío que se completa con Oscar Ybarra en trompeta pero suma además a un guitarrista, bajo y batería. Hacen Pétalo de Sal como lo hiciesen en el disco en vivo de Páez.
“Después de esto voy a hacer el ridículo” dice Pelayo. El público va tomando confianza y se escucha a algunos que empiezan a pedir temas que no sonarían (Trains, Semilla Negra). Un problema técnico con la guitarra impide que hagan Play Boy Play y entonces tocan el tema más hermoso de toda su discografía: Pequeño Vals. Alejandro comienza a silbar y luego se suma el silbido de Leonor. Se siente una especie de intimidad inédita para un concierto al aire libre. Alguna vez dije que la melodía transmite nostalgia de otoños no vividos. Me alegra que hayan venido en esta estación. Solucionado el problema, suena Play Boy Play seguido de The Answer y The Long Fall.
"Es tan halagador que alguien conozca una canción nuestra" dice Alejandro y arrancan con una excelente versión de Shake The Moon, que fue uno de los puntos más altos de la noche por la intensidad que se hacía cada vez mayor y provocaba que te vayas moviendo progresivamente hasta llegar a saltar. Canción perfecta para cerrar conciertos con la energía bien arriba aunque todavía quedaban tres con nuevamente Páez de invitado. You won´t have me, Dance, Dance, Dance (con Leonor haciendo corear a los presentes) e It´s Allright.
16 canciones en poco más de una hora. Los que conocíamos a Marlango nos fuimos usando nuestra sonrisa de domingo aunque sea miércoles. Los que no los conocían seguramente volvieron a sus casas con la decisión de conocerlos más. Decisión obligatoria porque las canciones de Marlango son canciones que te abrazan fuerte, que nunca te sueltan y hacen que bailes mientras el cielo cae. Canciones que hacen que uses tu sonrisa de verano aunque sea un largo otoño. Porque todo lo que tenemos es este largo otoño. Y no está nada mal porque el otoño es la estación más linda y poética del año. Y con las canciones de Marlango, son esos otoños donde no llueve, donde hay frío pero sale un Gran Sol que te entibia y te acaricia el alma. Eso. Eso son las canciones de Marlango. Una caricia al alma.
Marlango. Festival Ciudad Emergente. Centro Cultural Recoleta. Miércoles 2 de junio de 2010.
La banda sale a escena, comienza a tocar y Leonor Watling comienza a cantar sin todavía haber llegado al centro del escenario. Con Too Many Ways (un tema con aires Radiohead en la guitarra y batería) y White Noise (Secret Sound) del disco nuevo Life In The Treehouse, comienzo a obtener algunas respuestas. El público está mudo pero atento. Alejandro Pelayo dice que no van a hablar mucho porque tienen poco tiempo y van a meter muchas canciones “como los Ramones”. Hablan con sus canciones entonces y se suceden Hold Me Tight, I Don’t Really Want To Know y Never Trust Me (jeje) antes de la canción más preciosa y conmovedora del excelente disco nuevo: Let The Sky Fall. Una canción que se te mete adentro y el movimiento, simplemente, fluye. Inevitable suspirar cuando termina el tema.
Después de Nico, Pelayo presenta “al músico argentino más emergente”. Certera afirmación si se piensa en esta suerte de reivindicación merecida que está teniendo por parte de las nuevas generaciones. Ahí está Autobuses con Estelares, Desprender del Sur con Lisandro Aristimuño y Gilda con Onda Vaga. Todos temas editados en 2009. Tiene sentido entonces que sea Fito Paéz el que de la bienvenida a Argentina a este trío que se completa con Oscar Ybarra en trompeta pero suma además a un guitarrista, bajo y batería. Hacen Pétalo de Sal como lo hiciesen en el disco en vivo de Páez.
“Después de esto voy a hacer el ridículo” dice Pelayo. El público va tomando confianza y se escucha a algunos que empiezan a pedir temas que no sonarían (Trains, Semilla Negra). Un problema técnico con la guitarra impide que hagan Play Boy Play y entonces tocan el tema más hermoso de toda su discografía: Pequeño Vals. Alejandro comienza a silbar y luego se suma el silbido de Leonor. Se siente una especie de intimidad inédita para un concierto al aire libre. Alguna vez dije que la melodía transmite nostalgia de otoños no vividos. Me alegra que hayan venido en esta estación. Solucionado el problema, suena Play Boy Play seguido de The Answer y The Long Fall.
"Es tan halagador que alguien conozca una canción nuestra" dice Alejandro y arrancan con una excelente versión de Shake The Moon, que fue uno de los puntos más altos de la noche por la intensidad que se hacía cada vez mayor y provocaba que te vayas moviendo progresivamente hasta llegar a saltar. Canción perfecta para cerrar conciertos con la energía bien arriba aunque todavía quedaban tres con nuevamente Páez de invitado. You won´t have me, Dance, Dance, Dance (con Leonor haciendo corear a los presentes) e It´s Allright.
16 canciones en poco más de una hora. Los que conocíamos a Marlango nos fuimos usando nuestra sonrisa de domingo aunque sea miércoles. Los que no los conocían seguramente volvieron a sus casas con la decisión de conocerlos más. Decisión obligatoria porque las canciones de Marlango son canciones que te abrazan fuerte, que nunca te sueltan y hacen que bailes mientras el cielo cae. Canciones que hacen que uses tu sonrisa de verano aunque sea un largo otoño. Porque todo lo que tenemos es este largo otoño. Y no está nada mal porque el otoño es la estación más linda y poética del año. Y con las canciones de Marlango, son esos otoños donde no llueve, donde hay frío pero sale un Gran Sol que te entibia y te acaricia el alma. Eso. Eso son las canciones de Marlango. Una caricia al alma.
Marlango. Festival Ciudad Emergente. Centro Cultural Recoleta. Miércoles 2 de junio de 2010.
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